Fútbol Y suicidio, La historia de Abdón Porte



   El fútbol. Es un deporte, hermoso, bello y mágico. Más que eso, pasó a ser un estilo de vida, que directa o indirectamente en algún momento nos toca ver, pues por algo es reconocido como "El Deporte Rey". 




   El amor por ver el balón rodar es capaz de mover multitudes, dinero, y encender algunas de las más fervientes pasiones en los jugadores, pero sobre todo en sus aficionados, quienes en ocasiones hacen hasta rituales sólo por ver a su equipo ganar.



Es bien conocido que por el fútbol se han dado autenticas batallas campales,  así como hermosos espectáculos que nos mostraron cosas míticas que quedan marcadas en la retina de quienes lo siguen.


Lo admito, sólo me llegaba esto a la mente tras el párrafo anterior

   Por otra parte, vamos con el suicidio. Una vez leí un tweet que versaba "El suicidio es el mayor acto de valentía en cuanto a matarse se refiere, pero en mayor ejemplo de cobardía cuando a vivir se quiere.". y no es para menos, El simple acto de quitarse la vida es un tema tabú en la mayoría de las sociedades y religiones, bajo el argumento de que los peores castigos van dirigidos a quienes por mano propia pusieron fin a su existencia.



   Y es qué, seas creyente o no, siempre se nota un ambiente distinto al mencionar algo relacionado al tema. Peor aún es saber que todos en algún momento conocimos a alguien que intentó o logró (como dicen aquí) matarse.

   ¿Pero qué pasa cuándo un ídolo es quién lo hace? Las criticas siempre están a la orden del día para que las personas debatan, llegando al punto de odiar al famoso caído o terminar de adorarlos. Este fenómeno también suele ocurrir en contadas ocasiones, donde contra el criterio que se tiene por el suicidio cambia, donde matarse muy al contrario de lo que la palabra representa, significa dar nueva vida, inmortalizar a una persona.



  Ya tocados esos conceptos, volvemos al punto de partida. Fútbol y suicidio, estas dos palabras no suelen ir juntas, salvo por casos muy raros. Ésta muerte en particular fue de las que inmortalizó a alguien. El día de hoy, viajaremos al Uruguay de hace 100 años para conocer la historia de Abdón Porte.



   Nació en el barrio Libertad de la capital del departamento de Durazno, Uruguay, en el año de 1893, no se sabe la fecha exacta, pues no hay registros que lo detallen. Tras llegar a Montevideo en el año de 1908, Abdón Porte comenzó a jugar fútbol, no fue sino hasta el año de 1910 qué realizó su debut oficial con el Colón Fútbol Club, donde sus actuaciones eran buenas. Tras un año en el equipo, Porte fichó por el extinto Club Libertad en el que jugaría poco tiempo, pues ese mismo año firmó por el equipo de sus amores, el Club Nacional de Football, debutando contra el Club Dublin en la posición de Lateral derecho. No obstante su lugar predilecto en la cancha era como mediocampista defensivo (conocida en aquel entonces como Centre Half). 

   Abdón dentro del Nacional fue titular indiscutible, jugando 207 partidos y portando la cinta de capitán. Era un claro ejemplo de lo que caracteriza al jugador uruguayo; garra, entrega, fortaleza y fiereza. Talentoso en el juego aéreo, aunque brusco. 



   No fue difícil que durante su estancia con el club tomara el cartel de ídolo. Logró conseguir un sumamente envidiable palmarés, con nada mas y nada menos que 19 títulos oficiales entre torneos locales e internacionales de esa época; Estos fueron divididos en 4 Títulos de Liga, 4 Copas Competencia, 5 copas de honor, 2 Copas Competencia Chevallier Boutell entre otras, ademas de una Copa América con la Selección Uruguaya en 1917. 

Selección Uruguaya campeona de 1917

   Todo Iba a las mil maravillas, entonces surge la pregunta ¿Qué Pasó?
Llegó el año de 1918 y el rendimiento de Abdón Porte comenzó a bajar, bajó hasta llegar al punto de salir abucheado en varios encuentros. Los primeros días de Marzo de dicho año, La directiva del Club (quienes en aquellos años del fútbol amateur tomaban las decisiones, aun no daban el debido peso a los DT`s) tomó la decisión de mandar a Abdón a la banca y en su lugar colocar de titular a Alfredo Zibechi, decisión que al parecer no pudo soportar.



   El día 4 de marzo de 1918, Nacional jugó contra el Charley en un partido que ganaron los primeros con un marcador de 3-1. Abdón Porte jugaría el que sería su ultimo cotejo con una tremenda actuación.
El club organizó un pequeño festejo esa noche para celebrar la victoria. Ya de madrugada, Porte se fugó de la fiesta cogiendo un tranvía que lo llevara al estadio Gran Parque Central, Sede del Club. Caminó con una pistola hasta el centro del campo donde tantas veces brilló como jugador, acto seguido puso el cañón en su pecho y... Abdón Porte había muerto, en el estadio vacio, un disparo certero que nadie escuchó. Curiosamente en menos de un mes tenia pautada la boda con su novia.

   No fue sino hasta la mañana siguiente cuando el perro del canchero, Severino Castillo, hiciera el hallazgo. El cadáver tenia un sobrero de paja que contenía dos notas, una dirigida al Presidente del Club Nacional y otra a su familia. 

La primera nota decía:
"Usted sabe porqué hago esto.
Querido Doctor José María Delgado. Le pido a usted y demás compañeros de Comisión que hagan por mi como yo hice por ustedes; hagan por mi familia y por mi querida madre. Adiós querido amigo de la vida.



Que esté siempre adelante el club para nosotros anhelo. Yo doy la sangre por todos mis compañeros, ahora y siempre el Club Gigante.
¡Que Viva el Nacional! 

Nacional, aunque en polvo convertido, y en polvo siempre amante, no olvidaré un instante lo mucho que te he querido.
Adiós para siempre."



   La otra carta pedía que lo enterrasen en la Teja, junto a los hermanos Carlos y Bolivar Céspedes, ídolos del club pero que murieron años atrás por la viruela.
A pesar de no expresar en ninguna de las carta el motivo del suicidio, el Club Nacional interpretó las notas y el suceso cómo el mayor acto de amor hacia el Club por parte de Abdón.
El país entero se estremeció y solidarizó con el difunto. El Peñarol (Eterno club rival de Nacional) envió una corona al velatorio. Cinco días después, el Nacional jugó un partido benéfico. Durante el encuentro se comentaba que la gente no dejaba de mirar al centro del campo, esperando ver al "indio" tal como le apodaban a Abdón.

   No fue sino hasta la década de los 60 que un amigo de Porte alegó su teoría de por qué el Indio tomó tal decisión:  "¿Por qué se mató? Porque anidaba en su corazón y en todo su ser el deseo de vestir siempre la tricolor, y cuando empezaron a flaquearle las piernas cargadas de victoria, ante la cruel perspectiva de ser eliminado del conjunto, optó por eliminarse."
   Al momento de ser publicada esta entrada, han pasado cien años y un par de meses desde el Suicidio; el Nacional, la afición y el fútbol uruguayo no olvidaron nunca esta acción, que más allá de apartar al jugador del club, lo enalteció al punto de convertirlo en una autentica leyenda. Hoy día la Tribuna oeste o tribuna popular del club, se llama Abdón Porte, ademas de colgar una bandera permanente que dice: "Por la Sangre de Abdón. (Gesto que es mal visto por ciertos psiquiatras, pues ven peligroso enaltecer a alguien que acabó con su vida de manera tan abrupta en un país con una tasa de suicidios tal alta).



   Otro de tantos homenajes ofrecidos a la memoria del jugador han sido, un cuento publicado por Horacio Quiroga para una revista Bonaerense. El cuento fue titulado Juan Polti. Asimismo Eduardo Galeano escribió respecto al incidente en el libro titulado El fútbol a Sol y Sombra. 
 
 En el año 2008, el correo Uruguayo, emitió un sello con el Rostro de Abdón.
El aniversario numero 100 de la muerte de Abdón, el Club Nacional saltó al campo de juego con una camiseta roja en honor a la sangre y con el dorsal numero 100 y el rostro de Porte.
El torneo apertura del fútbol uruguayo 2018 llevo por nombre Abdón Porte, resultando El Club Nacional como campeón de la competición y dedicando el titulo a su jugador emblema.




   La realidad es que Abdón "el indio" Porte, dio cuanto pudo al Nacional y a sus compañeros en cada juego. Si bien han transcurrido 100 años de su muerte y ya no se sabrá exactamente lo que pasó, una cosa es segura, su huella en el fútbol charrua es imborrable, tal como el amor por la camiseta tricolor por la que vivió, sudó y trágicamente murió. Un fallecimiento que terminó de acrecentar la pasión de una de las hinchadas mas grandes de Sudamérica. Sin duda alguna, una historia que merece ser contada.

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Comentarios

  1. Nah mentira, si lo leí. Solo quería dejar el mensaje acá. Me encanta como has avanzado escribiendo!! Mucho animo primo ;)

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  2. BUENA HISTORIA...me recuerda, a NUESTRO INSOLITO UNIVERSO que transmitian en la radio...

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