Cindy James y su acosador invisible
Terror, Locura y Muerte
Caso de Cindy James y su acosador invisible
El
presente caso si bien no es conocido por muchos, tampoco es por asomo algo
desconocido. De hecho, por las redes ya hay algunos vídeos y archivos sobre el
mismo. Yo, personalmente lo conocí hace un par de años por un conocido canal de
Youtube. Pero con el tiempo no le he perdido interés, pues tiene elementos muy
extraños y llamativos en sí, y porqué no decirlo, tiene un aura que algunos
alegan sobrenatural, pero el punto es que su desenlace pasó a ser uno de los más
infames en Norteamérica.
¿Y
es que cómo te sentirías si alguien te acosara durante largo tiempo y nadie te
creyera? O peor aun que no sea alguien lo que te persiga, sino algo peor. El
escenario parece el más propicio para una novela escrita por Stephen King, con
protagonistas como un acosador invisible, una mujer que buscaron tildar de
incapacitada mental conforme el problema se iba haciendo mayor, pese a no haber
tenido nunca historial en su haber por drogas, alcohol o problemas
psicológicos, y finalizando en un trágico desenlace que derivó en la muerte de
la enfermera. Tales hechos fueron los que le ocurrieron a la enfermera
canadiense Cindy James durante la década de 1980.
Así que conozcas o no la historia, ese será el tema del día de hoy.
Cindy James
Cindy
Elizabeth Hack, nació el 12 de junio de 1944 en la ciudad de Oliver al sur de
la Columbia Británica en Canadá, era la mayor de seis hermanos dentro del
matrimonio formado por Tillie y Otto Hack. De joven Cindy tuvo una estrecha
relación con su familia. Siempre descrita como buena persona, buena hija y
buena estudiante.
Tras graduarse como enfermera comenzó a trabajar en un hospital de Vancouver con niños discapacitados y siendo enfermera en el área de pediatría. No obstante más adelante también trabajó ayudando a los doctores con los niños con desequilibrios mentales o emocionales.
Tras graduarse como enfermera comenzó a trabajar en un hospital de Vancouver con niños discapacitados y siendo enfermera en el área de pediatría. No obstante más adelante también trabajó ayudando a los doctores con los niños con desequilibrios mentales o emocionales.
Cindy en su momento como enfermera
Fue
al poco tiempo de comenzar su labor en el hospital cuando conoció y
posteriormente se casó con el Dr Roy Makepeace, un medico psiquiatra, que
además era 18 años mayor que ella. Obviamente la familia se negó a primera
instancia a esta relación por varios motivos, como la edad del Doctor y por un
comportamiento que llegaron a describir como controlador y posesivo, pero Cindy
hizo caso omiso a lo que los demás le decían.
El matrimonio aparentaba ser feliz, no había problemas aparentes, vestigios de amargura
en ninguno. Pero sin razón aparente tras varios años de unión la pareja decidió
divorciarse en julio de 1982, siempre alegando que la separación fue de mutuo
acuerdo. Cindy y Roy a pesar de estar oficialmente divorciados, seguían
coincidiendo en reuniones, eventos y saliendo de vez en cuando e incluso
pasaron las dos siguientes navidades juntos. Aunque un detalle interesante es
que estos encuentros ocurrieron siempre cuando Roy quería.
Cindy y Roy Makepeace
Los
primeros meses que precedieron al divorcio, fue cuando la vida de Cindy se iría
volviendo un infierno progresivo del cual sin quererlo se iba acrecentando más y
más.
Primeramente
recibió una nota que la amenazaba. La mujer claramente inquietada no pudo
dormir. Al día siguiente, Cindy recibió otra nota, dejada bajo la puerta de su
casa, pero esta ya era una amenaza de muerte, las notas eran escritas con
recortes de periódicos. La enfermera sin perder tiempo, fue con las autoridades
canadienses, quienes dijeron que doblarían el patrullaje por el vecindario. Por
irónico que esto pueda parecer no hizo otra cosa sino empeorar el problema,
porque poco a poco el criminal iría escalando en morbosidad y descendiendo en
cuanto a escrúpulos se refiere. La mujer comenzó a recibir mas notas
amenazantes en su buzón, además de llamadas inquietantes en donde se le
amenazaba continuamente. Al ver que el acoso no cesaba Cindy nuevamente volvió
donde las autoridades canadienses, pero estos no hicieron otra cosa mas que dar
la misma respuesta que ya le habían dado antes.
Notas Reales
El
acosador pronto optó por elevar su apuesta; una noche en que la enfermera se
encontraba durmiendo; Percibió ruidos a las afueras de su casa seguido por el sonido
de una ventana que se rompía. El acosador logró ingresar a la propiedad y
destruyó varios cojines en el proceso.
La
policía se apersonó al lugar de los hechos y corroboraron los daños provocados
por el intruso. Una patrulla se quedo en la casa por varios días con el fin de
evitar que un nuevo ataque ocurriera. No es necesario mencionar que esta medida
no funcionó, poco después la vivienda sufriría nuevos daños; alguien rompía con
frecuencia los bombillos de la parte trasera y delantera de la casa.
Lamentablemente,el
beneficio de tener a la policía cerca no es eterno, y es qué, tan pronto la
policía cesaba la vigilancia en la casa, el infierno de la enfermera volvía,
pronto la casa se convirtió en escenario de una nueva escena dantesca: El depravado
arremetió otra vez contra las bombillas de la parte trasera de la casa, los
uniformados un poco cansados por la situación se llevaron una sorpresa cuando
iluminaban con sus linternas gatos muertos, ahorcados en el árbol que estaba en
el jardín de la casa, amen de recibir en su buzón o encontrar pegadas en el
parabrisas de su auto, fotografías de cadáveres.
Cuando se pensaba que la cosa no podía empeorar, el acosador comenzó a dejar carne cruda en la correspondencia de la enfermera junto a las notas. En ocasiones le eran dejados gatos muertos en la puerta principal con más notas que decían: “Tú eres la siguiente” o “Eres una perra muerta”. En cuanto a las llamadas telefónicas, nunca podían ser rastreadas por su brevedad.
A
veces el acoso se detenía de manera abrupta por un tiempo, pero cada vez que el
demente volvía al ruedo, lo hacia con mas fuerza. Este ciclo duró varios años.
Poco a poco la policía se fue hartando de Cindy, quien ya a estas alturas estaba permanentemente paranoica; acusándola de fingir los atentados, pues no concebían como alguien pudiera ingresar a una casa destruyendo cuanto pudiera, atar gatos muertos de un árbol o simplemente enviar notas y dejarlas en el buzón,e incluso cortar en varias ocasiones los cables telefónicos y de luz, sin ser visto nunca, ni por la policía, ni por algún vecino. O siquiera de dejar alguna huella. Los policías más de una vez llegaron a insinuar y a asegurar que a Cindy se le facilitaría mucho conseguir las fotos de cadáveres, gracias a su trabajo en el hospital. (La mayoría de la fotografías eran de cadáveres en camillas de morgue). Y es que en ocasiones el comportamiento de la mujer era tan errático que hacia dudar a cualquiera, pues mas de una vez le dio por pasear a su perrita a muy altas horas de la noche. En este punto para cualquier policía se le haría inconcebible que alguien que asegurase estar en riesgo permanente hiciera semejante estupidez. Sin embargo, días mas tarde, la perrita desapareció por un lapso de 24 horas, siendo hallada, atada de un árbol, temblando y revolcada entre sus propias heces.
Poco a poco la policía se fue hartando de Cindy, quien ya a estas alturas estaba permanentemente paranoica; acusándola de fingir los atentados, pues no concebían como alguien pudiera ingresar a una casa destruyendo cuanto pudiera, atar gatos muertos de un árbol o simplemente enviar notas y dejarlas en el buzón,e incluso cortar en varias ocasiones los cables telefónicos y de luz, sin ser visto nunca, ni por la policía, ni por algún vecino. O siquiera de dejar alguna huella. Los policías más de una vez llegaron a insinuar y a asegurar que a Cindy se le facilitaría mucho conseguir las fotos de cadáveres, gracias a su trabajo en el hospital. (La mayoría de la fotografías eran de cadáveres en camillas de morgue). Y es que en ocasiones el comportamiento de la mujer era tan errático que hacia dudar a cualquiera, pues mas de una vez le dio por pasear a su perrita a muy altas horas de la noche. En este punto para cualquier policía se le haría inconcebible que alguien que asegurase estar en riesgo permanente hiciera semejante estupidez. Sin embargo, días mas tarde, la perrita desapareció por un lapso de 24 horas, siendo hallada, atada de un árbol, temblando y revolcada entre sus propias heces.
Notas Reales
A
medida que la cordura de Cindy era más cuestionada a cada día, ella acuso a su
ex marido en repetidas oportunidades de ser el causante de su calvario. Fue así
como en el año 1985 el abogado del Dr Roy Makepeace le pidió al galeno, cortar
todo contacto con Cindy y su familia. El Doctor, ni corto ni perezoso comenzó a
declarar en contra de su ex mujer alegando que ella padecía de un
desorden
de personalidad múltiple con delirios persecutorios, asimismo como una actitud
victimista. Aun así la policía abrió una investigación sobre el
Dr. Makepeace, pues el hombre al ser psiquiatra y conocer tan bien a Cindy sabría
cómo aprovecharse del desequilibrio mental que ella presentaba. El proceso no duró mucho por falta de pruebas.
Ya
llegados a este punto, es donde las cosas se ponen aun mas turbias, los ataques
que habían cedido por un tiempo vuelven. Varios vecinos llaman al 911
asegurando que en la vivienda de Cindy se escuchan gritos, golpes y alboroto.
La policía que ya desde hace rato no da mayor interés al caso, acude a la casa,
encontrando a Cindy tirada en el piso, llorando y con una media de Nylon atada
al cuello. Ya cansados de lo que creen, son los esfuerzos de una mujer loca por
llamar la atención, no hacen más que mirarse a las caras con expresiones de “Otra
vez”.
Tras
este altercado, La enfermera comenzó a escribir un diario en donde narraba su
angustia y el hecho de no entender que rayos le estaba pasando.Invirtió gran
parte de sus ahorros para contratar al prestigioso Detective privado
OzzieKaban. Éste le dio a la misma, aparatos que detectaban el movimiento,
además de radios portátiles para que ella se comunicase con él de ser necesario.
Fue gracias a Kaban que se logró grabar el único audio de una de las tantas
llamadas que recibía Cindy en su teléfono, llamada que por cierto no dura más
de doce segundos, Lo único que decía: “Cindy, la muerte llegará pronto”.
Ozzie Kaban
Tras
un tiempo sin mayores resultados y un
poco molesto porque Cindy al parecer era reacia a responder ciertas cosas pasó
lo impensable, un nuevo ataque físico contra la mujer. Kaban comenzó a escuchar
por la radio golpes y gritos, aunque no se activó ninguna de las alarmas de
movimiento, el investigador se apersonó en la casa, solo para encontrar a la
mujer inconsciente, con una soga de nylon en el cuello y un cuchillo de cocina
clavado casi hasta la mitad su mano, dicha arma tenia pegada otra nota que
repetía una vieja amenaza “Eres una perra muerta”. En un
principio el hombre pensó que Cindy estaba muerta y llamó rápidamente a las
autoridades. Luego de tomarle el pulso se dieron cuenta de que estaba viva, pero
con un pulso muy leve.
Imagen real
La
mujer duró una temporada hospitalizada y decía no recordar nada, salvo que su
atacante le inyectó algo en el brazo. A pesar de esto, la policía era incapaz
de dar con un culpable además de no esforzarse si quiera por buscar pista o
sospechoso alguno, pues seguían creyendo que todo era el show de una loca. Poco
tiempo después de su alta médica, Cindy James cambio su color de pelo y de auto,
de residencia y hasta de nombre, cesaron los servicios de Ozzie Kaban. Nada dio
resultado, seguía recibiendo notas amenazantes, seguían atosigándola por
teléfono y seguían dejándole carne cruda y gatos muertos en su casa. A lo largo
de estos años la mujer llegó a reportar más de cien incidentes, había ocasiones
en que ya la policía ni siquiera se tomaba la molestia de ir a su hogar. Los
nuevos ataques llegaron, un día, fue hallada tirada en una zanja ubicada a tres
kilómetros de su casa, otra vez con una soga de nylon atada a su cuello,
golpeada y con evidentes signos de violación. La familia denunció los
hechos, pero tanto la policía, como la guardia montada de la región hicieron
caso omiso, su respuesta fue:“Seguramente había tenido sexo con alguien
bajo consentimiento propio”. Obviamente la familia Hack se indignó por
ello, y es que tanto la familia como OzzieKaban alegaban, que si Cindy no decía
algo mas acerca de su agresor era por miedo a que este arremetiera también
contra ellos. Respecto al último ataque mencionado. La mujer tampoco recordaba
nada.
Escena del Crimen
La cara de Cindy ya evidenciaba fatiga
Parecía
ser que la persona que estaba detrás de todo esto, tramó un elaborado plan para
hacer parecer que Cindy James era una completa loca y desequilibrada emocional. Cindy tras su alta médica decidió pasar unos días en casa de su mejor amiga
Agnes Woodcock y su esposo Tom, solamente para una noche ser despertados por un
fuerte olor a humo y notar que el sótano se estaba incendiando y los cables
telefónicos habían sido previamente cortados. Tras salir a la calle a pedir
ayuda notaron a un desconocido, que así como apareció, huyó a toda prisa
desapareciendo en la oscuridad, fue la única vez que vieron a alguien
sospechoso. La policía y bomberos determinaron que el incendio fue provocado
desde dentro de la vivienda, dejando a Cindy como principal sospechosa y encima
burlándose de ella, llamado a su perseguidor como “el hombre invisible”.
Las
mudanzas de Cindy llegaron a tal punto donde comenzó a vivir en casas rodantes,
cambiar constantemente de empleo, mientras que su salud mental también iba
cayendo, en su diario llegó a escribir: <<Estoy tan sola. Nadie en el universo
va a entender esto jamás. De alguna manera, yo vivo en una realidad diferente a
los otros. Existo junto a ellos, pero siempre por separado. He sido atormentada
y acosada por alguien que me conoce lo suficiente bien como para saber lo que
realmente me duele. Siento una gran necesidad de justicia, pero tengo que
aceptar que nunca la obtendré>>.
La
mujer sufrió un colapso nervioso, y fue ingresada a un hospital psiquiátrico
por diez semanas. Al salir lo único que dijo a sus padres fue que ya sabia
quien era su acosador y que buscaría la manera de confrontarlo.
Cindy luego de salir del hospital por su crisis nerviosa
Finalmente
el 25 de mayo, Cindy fue a un centro comercial y desapareció. Su automóvil
apareció abandonado en una esquina, con los víveres que ella había comprado
dentro, se encontró sangre del lado del conductor. Su familia denunció el
hallazgo, pero la policía ni siquiera movió un dedo, de hecho aseguraban que
una enferma mental como ella terminaría apareciendo, porque no podía ir muy lejos.
Dos semanas después el 8 de junio de 1989, siete años después de iniciar el
calvario, Cindy James fue hallada muerta en una zanja, atada de manos y pies a
su espalda, con múltiples hematomas y contusiones, huellas de haber sido
inyectada en el brazo, pese a que no se consiguió jeringa alguna ni en el perimetro, ni donde apareció su auto, y con el
sello mas utilizado por su atacante; una media de nylon atada al cuello.
La
policía en un principio dio indicios de que ocurrió un suicidio, pero esta
teoría era derrumbada, pues quien podría inyectarse drogas, estrangularse y
finalmente atarse de ese modo. 84 testigos fueron llamados a declarar, pero
nadie pudo dar alguna pista coherente, no se encontró nunca al hombre que
apareció durante el incendio en la casa, nadie podía entender que había pasado.
Muchos atribuyeron al caso de Cindy James a entes sobrenaturales.
Cadáver de Cindy James
La
autopsia determinó que Cindy murió por sobredosis de morfina y otras drogas, no
obstante se determino, que la dama había muerto recientemente. El principal
sospechoso pasó a ser el un ex novio de
Cindy, Patrick McBride, quien había sido miembro de la policía (aspecto que le
oculto a Cindy durante la relación), eso justificaría el modo en que el
acosador parecía conocer los modos empleados para la protección de la mujer y
los tiempos en que la vigilaban. Eso justificaría porque nunca dejo huellas, o
la habilidad de conocer el proceso del rastreo de llamadas. A pesar de las
sospechas y de que las personas lo señalaron como el autor del crimen, McBride
salió libre.
1)
La policía ni se molesto en investigarlo debidamente, producto también por el
hartazgo que ya tenían con Cindy James.
2)
Los oficiales querían cerrar el caso como fuera y al no poder dictaminar
suicidio, ante su incapacidad e
ineptitud para buscar a alguien como homicida, además de que obviamente la
muerte tampoco fue un accidente, decidieron darle el calificativo de <Suceso desconocido>
3)
A la policía no le convenía investigar a uno de sus miembros porque quedarían
peor parados aun de lo que ya estaban.
4)
A pesar de determinar la muerte como <Suceso
desconocido> La policía de Vancouver defendió a muerte la teoría de
suicidio a pesar de lo absurdo del caso.
La
familia Hack y el investigador privado clamaron por justicia, pero esta nunca
llegó. Otto Hack padre de Cindy Murió en el año 2010 y Tillie su esposa en el
2012. La hermana menor de Cindy, Melanie se volvió escritora y al día de hoy
sigue en búsqueda de aclarar los hechos sobre su hermana, le llevo catorce años
llevar a cabo sus estudios en toxicología y para obtener acceso al expediente
de su hermana. Por su parte Roy Makepeace murio en el año 2013, jamas volvió a tener contacto con la familia y se desentendió del caso.
Melanie Hack, hermana de Cindy
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