De Veterano de guerra a asesino relámpago

Campo Elías Delgado
el asesino relámpago de Colombia

   Latinoamérica es la cuna de una mezcla étnica increíble. Amén de ser siempre el centro de bienvenida a muchas personas de todas partes del mundo, esto en gran medida por la calidez y cordialidad de sus habitantes. Gracias a ello es que muchas personas deciden establecer negocios o invertir en nuestros países, dando así una actividad socioeconómica que trasciende los continentes, permitiéndonos la exportación e importación de gran cantidad de cosas; comercios, nacionalidades,  cultura y demás. ¿Pero cuándo el intercambio pasa a ser algo malo? Sencillo, justo en el momento donde decides traer nada más y nada menos que una de las actividades más nefastas del sitio donde emigraste, además de servir en guerra acarrear lo que viviste, trayendo consecuencias que dejan tras de sí, un nefasto numero de vidas inocentes perdidas en gran brevedad de tiempo.

   El presente caso es uno de los más impresionantes que he debido detallar, pues, este encarna de forma cruda y cruel el como la realidad puede llegar muchísimo más allá de la ficción. Es bien sabido que la Colombia de 1986, era considerada uno de los países más peligrosos del mundo, producto de la guerra en entre el Estado y el narcotráfico, pero lo que mora acá, más que un paréntesis en el historial de muertes de aquella época, debe de marcarse con un asterisco, pues lo ocurrido es algo totalmente ajeno a lo recién mencionado. Él individuo del cual hablaremos hoy, escapa levemente del rango de asesino serial, pero raya con uno de los homicidios en masa más notorio en los 80, para finalmente encasillarse en el ramo de los denominados asesinos relámpago; Esta extraña rama va destinada a quienes matan a un determinado número de personas en distintos lugares y separados por una fracción de tiempo relativamente corta. Ocurrido en la ciudad de Bogotá, Colombia, les presento al Asesino Relámpago, Campo Elías Delgado. 

Ubicación de Chinácota

Campo Elías Delgado Morales, nació el 14 de mayo de 1934 en Chinácota, al norte del Departamento de Santander. Producto del matrimonio entre Elías Delgado y Rita Elísa Morales, ambos venezolanos residenciados durante años en dicho municipio. La vida de Campo Elías fue relativamente estable en su juventud, pues su padre era un comerciante reconocido de la zona, sin embargo al poco tiempo parten a Bucaramanga dónde inicia sus estudios en el Provincial de Pamplona. Tras un tiempo estudiando, parte rumbo a la Argentina donde se supo que contrajo matrimonio en una ocasión y tuvo un hijo. Por otra parte la relación de sus padres no era la mejor, pues Elías Delgado, se suicidó en un parque de Bucaramanga, aparentemente por una infidelidad de su esposa, esta acción de su padre produjo un punto de quiebre en Campo Elías qué, por mucho tiempo cortó relaciones con su madre, y una vez retomadas le vivía achacando la muerte de su padre.

Luego de la estadía por Argentina, Campo Elías Delgado se graduó como Ingeniero Electrónico, era muy inteligente y culto, se dice que hablaba varios idiomas, pues se tomaba el tiempo de traducir poemas en francés. Tiempo después, ya estando solo de nuevo, parte a Estados Unidos dónde sin pensárselo mucho en septiembre de 1965, se enlista en el ejército norteamericano, en aquel momento sumergido en la guerra de Vietnam. Campo Elías tuvo dos periodos de servicio en el conflicto bélico, el primero entre 1969 y 1970 y el segundo en 1971. Su labor con el ejercito norteamericano lo llevo a ser condecorado con diversas placas, donde se reconocían entre otras cosas, su puntería, su compromiso, además de recibir los rangos de Sargento Primero y finalmente ser un soldado boina verde dentro de las Fuerzas Especiales del Ejército americano. Una vez finalizada la guerra continuó con la armada por un tiempo retirándose de sus filas en 1978, luego de trece años de servicio. 

Documento de Campo Elías

   En los Estados Unidos vivió por varios años cobrando la pensión de veterano de guerra, pero finalmente tras una pelea con un asaltante en Nueva York que le dio un balazo, decide regresar a Colombia, esta vez a Bogotá. Ahí seguiría recibiendo su pensión en dólares, pero que de la noche a la mañana dejo de llegarle y él tampoco reclamó nunca. Una vez en su país natal se pone a vivir con su madre, pero los conocidos de la familia o allegados siempre decían que la personalidad del hombre era muy extraña; amargado, incapaz de establecer vínculo alguno con alguien, odiaba o evitaba cualquier contacto con la gente, siempre que pudiera. Además de tener un Trastorno Compulsivo por la limpieza y la pulcritud. Su TOC era tal, qué Campo Elías cada vez que tomaba un baño no se secaba con la toalla, sino que se envolvía con papel higiénico. 

Sin embargo todo lo anteriormente dicho no le impidió conseguir empleo como docente de inglés, dando clases particulares, a varias personas, generalmente enseñaba usando el libro de  Robert Louis Stevenson, Dr Jekyll and Mr Hyde, que casualmente era su favorito, pues él sujeto desarrolló un gusto extraño por estudiar a los personajes con doble personalidad, asimismo como la dualidad de la mente humana.

Una de las tantas portadas del libro
OLALLA

   Aparte de dar clases era bien sabido que Campo Elías era un jugador compulsivo de poker, llegando a apostar grandes sumas de dinero.

Ya más entrada la década de 1980, ingresa a una de las universidades más reconocidas de Bogotá, la universidad Javeriana, específicamente en la carrera de Lenguas Modernas, fue en dicha casa de estudios dónde conoció a la única persona con la que llegó a tener más trato que con el resto del mundo, un joven estudiante Mario Mendoza, a quién le manifestó en más de una ocasión que quería ser escritor.
Campo Elías era visto en la universidad cómo alguien sumamente raro, pues muchos de los jóvenes eran independientes y él siendo veterano de guerra, además de doblarle en edad a casi todos, no tenia esposa, hijos, así como el hecho de vivir con su madre, a quien simplemente odiaba y le decía “La señora esa”. Se sabe también, por vecinos, que Campo Elías solía propinar fuertes palizas a doña Rita  por cada ataque de ira que le daba. 

En la universidad, él hombre solía jactarse y presumir de su buena puntería y de cómo disparaba en Vietnam, amén de recalcarlo el 1985, cuando la guerrilla tomó el palacio de Justicia. Ya para finales de 1986, Campo Elías Delgado estaba preparando su tesis final, la cual trataba de Dr. Jekyll y Mr Hyde, y de la ya mencionada dualidad que se puede presentar en una persona. Él hombre era un asiduo lector, pero ese libro le traía una extraña obsesión, regalándole incluso un ejemplar una de sus alumnas y futura victima Claudia Rincón. La ya de por sí extraña personalidad de Campo Elías, siempre llamaba la atención de sus conocidos pues, fuese la hora que fuera, siempre estaba vestido con camisa y desabrigado, sin importar el frió que hiciera en la ciudad. Se supo que una vez le llegaron a preguntar el porque nunca se abrigaba, a lo que sencillamente respondía: “Tengo el corazón Caliente”.

El estallido

Una vez iniciado diciembre de 1986, es que la bomba de tiempo llamada Campo Elías está por estallar. El día tres de diciembre, se dirige al Banco a realizar el retiro de su cuenta de ahorros, por un monto exacto de 49.896 pesos colombianos con 93 centavos. Ahí comenzó una discusión con él cajero, pues las monedas de centavos ya estaban fuera de circulación, y él cajero le dio en primera instancia 498.896 pesos con 90 centavos, cosa que a Campo Elías no le gustó,  finalmente tuvieron que buscarle monedas viejas para pagarle el monto exacto. Se tiene entendido qué él excombatiente utilizó este dinero para comprar más de 500 municiones para su revolver largo de calibre 32. 

Imagen real del revolver de Campo Elías Delgado

Ese mismo día en la tarde se tomó unos tragos con Mario Mendoza, quién en entrevistas futuras declaró que una de las últimas palabras que Campo Elías le dijo fue: “Yo ya no puedo más, no estoy en edad para escribir, es hora de actuar”. 

Esa misma noche, él hombre volvió a su casa. No se conocen a fondo los detalles, pero tuvo una discusión en la cocina con su madre, a la que golpeó en la cabeza y finalmente mató a puñaladas, dejándola tirada en el piso. Acto seguido fue darse un baño y acostarse a dormir.

Rita Elisa Morales
Madre del asesino

   La mañana siguiente Campo Elías con su maletín, parte rumbo al barrio la Alhambra, a unos 45 minutos de dónde el vivía, ahí visita a Nora Becerra de Rincón y su hija, la ya mencionada, Claudia Rincón. Una vez en la casa, Campo Elías conversa en la sala con Nora, pues la mujer es amiga de la familia. Ahí, él hombre amordazó y ató a la mujer tratando de violarla y finalmente matándola de cuatro puñaladas, casi de inmediato, fue a la habitación de Claudia que ignoraba lo ocurrido, la joven de 15 años, fue atada de pies y manos a la cama y finalmente recibió 22 puñaladas. Una vez muertas las mujeres, Campo Elías saca una ropa que tenia en su maletín y se cambia, toma un libro de la colección de la muchacha, ya podrán imaginar cual, Dr. Jekyll y Mr. Hyde.  Se marcha nuevamente hasta su casa. Los cadáveres de las mujeres serian encontrados al día siguiente, cuando él otro hijo de Nora, Julio de 11 años, después de pasar la noche en la puerta de la casa porque nadie le abrió, pidió las llaves en la recepción del edificio.

El tormentoso jueves 4 de diciembre de 1986, apenas estaba empezando. Él hombre bien estaba en su casa de nuevo, comenzó a lanzar cuanta cosa de su madre hubiera sobre el cadáver de la misma, rociándola de gasolina y finalmente prendiendo fuego en la cocina, en una especie de ritual de purificación como los que hacían algunas personas en Vietnam. Campo Elías Delgado, salió del apartamento bajando por las escaleras alertando sobre el fuego en su apartamento, algunos vecinos abrieron la puerta para ofrecer su ayuda, pero sólo encontraron a un hombre armado con un revolver disparándoles en la cabeza. Nueve personas murieron en ese frenesí criminal, todas mujeres y relacionadas de algún u otro modo con Doña Rita, madre de Campo Elías. Las victimas fueron; Ines Gordi Galat y Nelsy Cortés, residentes del apartamento 301. Justo sonaron las detonaciones la vecina del apartamento 302, Gloria Isabel Agudelo salió a ver que pasaba y también se llevó un disparo en la cabeza. Él hombre, lejos de detenerse, fue al apartamento 101 donde residían dos estudiantes; Matilde Rocío González y Mercedes Gamboa, jóvenes que estudiaban para los exámenes finales de su universidad, justo cuando descolgaron el teléfono para llamar a los bomberos, Campo Elías accionó nuevamente su revolver dejando a las chicas en el sitio.

Una de las estudiantes muerta junto al teléfono
Imagen tomada de Noticias Caracol

Una vez finalizada la matanza, Campo Elías, fue visto observando un cartel que anunciaba la función de la obra Bodas de Sangre, de García Lorca. Se lo vio vestido de traje y con su maletín, de allí se dirigió a en sector Sears, hoy en día llamado Galerias. Una vez en dicha localidad, fue al apartamento 201 a hablar con Clemencia Castro y su esposo, pero este no se encontraba. A diferencia de todo lo ocurrido hasta ese punto, Campo Elías llegó a despedirse alegando ir a un viaje para Estados Unidos y luego diciendo que partiría a la China, lo último que le pidió a Clemencia fue no regañar tanto a su hijo y se fue en tono muy amigable. Se supo que también fue a visitar a Mario Mendoza, pero este no estaba en su casa y al día de hoy no desconoce, sí Campo Elías fue a despedirse o a matarlo.

A todo esto él excombatiente de Vietnam va a Pozzetto, su restaurante predilecto, ubicado a unas seis cuadras de su casa. Siempre iba a comer pasta a la Carbonara en el lugar, quienes lo atienden siempre les llama la atención verlo de traje, tan feliz y además de ir un jueves y no un domingo, tal cómo solía hacer. Según testimonios, él hombre termino de comer, pagó la cuenta, se levantó con su maletín para ir al baño, pero cuando volvió a su mesa, cómo si de una película se tratase, sacó su arma y comenzó a disparar a diestra y siniestra en el restaurante; hombres mujeres y una niña de seis años murieron, quién se le atravesara se ganaba una bala en la cabeza. Varios clientes y algunos de los mesoneros, incluido él que lo atendió esa noche lograron escapar de la balacera escondiéndose en el baño de damas. Una cliente que logró salir corriendo de Pozzetto, llamó a la policía. Justo cuando todo esto ocurría, los bomberos aún estaban combatiendo las llamas en el apartamento del homicida.

La situación se tornó critica, pues él hombre según testigos cargaba muy rápidamente su arma, no vacilaba en disparar y no fallaba un solo tiro. Sumado a esto, la policía hizo un atropellado procedimiento, la balacera se prolongó por varios minutos hasta que finalmente él hombre fue dado de baja, 19 personas murieron en el restaurante, entre ellos un mayor del ejército y  un reconocido periodista. 

Imágenes reales

   La locura desatada por Campo Elías Delgado dejo un saldo fatal de 29 muertes, la mayoría en el restaurante italiano, la mayoría murieron en el acto, los demás camino al hospital. A pesar del informe oficial que dictaminaba que él homicida fue dado de baja, varios testigos alegaron ver que el sujeto se suicidó, sin embargo recibió una ráfaga de tiros, seis dieron en la cara y dos en el pecho. En su maletín contenía revistas playboy, municiones, su cuchillo de guerra y un libro (Adivinen cual) . Un detalle que muchos toman por curioso es que varias de las victimas presentaban disparos con balas del calibre de la policía por lo que se especula que algunos murieron por balas perdidas.

Cuerpo de Campo Elías

   Con el pasar de los años muchos críminalistas se han fascinado por este caso, pues el hombre demostraba una misoginia y misantropía notoria, asimismo por el hecho de que sus primeras victimas fueran mujeres. Remarcando así el odio por su madre, pues todas de alguna manera se la recordaban, para él fue una manera de seguirla matando. Otro punto a remarcar es que se lo ve cómo un más que claro ejemplo del síndrome que atrapa a muchos veteranos de guerra. Para algunos forenses, sus crímenes se dividen en un homicidio simple (su madre), un doble homicidio (su alumna y la madre de esta) y dos homicidios en masa (las mujeres que mató tras el incendio y el restaurante Pozzetto)
Sin embargo, años después Mario Mendoza asegura que Campo Elías Delgado no se volvió un asesino psicópata a raíz de la guerra, sino al contrario, Campo Elías Delgado fue a la guerra porque ya era un asesino psicópata. Él mismo Mendoza que años después se volvería escritor, publicó el libro Satanás en donde detalla alguna de sus vivencias con Campo Elías.

Campo Elías muerto

Datos que no pueden quedar en el aire

   1) El cádaver de su madre fue reclamado en la morgue por su otra hija, la cual también odiaba a Campo Elías. Esa hermana, así como llegó desapareció del mapa hasta hoy día.
   2) El cuerpo de Campo Elías no fue reclamado por nadie, de dijo que lo reclamó un padre conmovido porque lo abandonaron. Sin embargo, en una entrevista para el programa Instinto Asesino del canal Investigation Discovery, el medico forense que realizó la autopsia, dijo qué el cuerpo finalmente fue pedido por la embajada estadounidense, la única razón que dieron fue que el homicida tenia ciudadanía estadounidense. No se saben mayores detalles.
   3) A pesar de los testimonios de los sobrevivientes aún se debate sobre si Campo Elías Delgado se suicidó o fue abatido.

   Este crimen causó gran impacto en su momento, a pesar de estar inmersa en la guerra con el narcotráfico, estas masacres conmovieron al país, pues es algo que no es común de ver y menos en nuestras tierras. Hay quienes ven en Campo Elías, el reflejo de lo peor que se puede ver el la guerra, amén de importar hace 32 años a su país una matanza al más crudo estilo de las masacres estadounidenses de los últimos años.
Sea como sea, este caso es un paréntesis dentro del historial criminal latinoamericana.

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