TRILOGÍA CECIL; PARTE 2
Elizabeth Short
La Dalia Negra
La Dalia Negra
La vida a veces nos ofrece
hermosos espectáculos, carreras que se tornan meteóricas y que llevan a ciertas
personas a una consagración espectacular. Historias de vida que merecen ser
contadas porque después de mucho sacrificio, esfuerzo y porque no decirlo,
lagrimas, se logra el cometido que se han propuesto. Pero sin embargo, hay
ocasiones en las cuales la vida te puede jugar en contra, pero de un modo
horrible, llevándote no sólo a una serie de lamentables penumbras, pesares o
una aparente decadencia moral para
finalizar con una trágica muerte. El
presente caso lamentablemente
trata de lo segundo, no sólo basta con decir que aún hoy, más de 70 años
después, sigue esperando por una justicia que muy probablemente no llegue nunca.
Lo que están por leer es ciento por ciento real, quedando plasmada desde el mismo instante en que ocurrió en la cultura popular como uno de los casos más infames de la historia negra de California. Hoy en el cuarto oculto llega tal vez la historia más fuerte hasta este punto. El segundo capítulo de la trilogía Cecil; Elizabeth Short “La Dalia Negra”
Lo que están por leer es ciento por ciento real, quedando plasmada desde el mismo instante en que ocurrió en la cultura popular como uno de los casos más infames de la historia negra de California. Hoy en el cuarto oculto llega tal vez la historia más fuerte hasta este punto. El segundo capítulo de la trilogía Cecil; Elizabeth Short “La Dalia Negra”
Elizabeth Short nació en el
condado de Hyde Park, Boston-Massachussetts, un 29 de julio del año de 1924. Producto de la relación entre Cleo
Short y Phoebe Mae Sawyer. Vale decir que su infancia fue relativamente dura,
pues la familia era grande, ella era la tercera de cinco hermanas en total, y
no estaban en las mejor de las situaciones económicas, pues por esos años
rondaba la gran depresión del 29. A esto se le suma el hecho de que en 1930,
cuando Elizabeth contaba con apenas seis años de edad, su padre fingió un suicidio,
abandonando su auto en un puente, todo esto con el fin de dejar a su familia
abandonada a su suerte y poder este mancharse a California. El resto de su
niñez lo pasaría viviendo entre Medfor en verano, pues el asma le afectaba
sobremanera en Boston, y los inviernos los pasaba en casa de unos amigos de su
madre en Florida.
Desde el inicio de su adolescencia había decidido querer ser actriz, pues el cine estaba en auge y como muchas jóvenes, comenzó a soñar con irse a Hollywood y convertirse en estrella. Pero era un sueño complicado de cumplir, puesto que no tenía a nadie en California.
Desde el inicio de su adolescencia había decidido querer ser actriz, pues el cine estaba en auge y como muchas jóvenes, comenzó a soñar con irse a Hollywood y convertirse en estrella. Pero era un sueño complicado de cumplir, puesto que no tenía a nadie en California.
Elizabeth Short en 1930
Imagen Tomada de criminalia
Imagen Tomada de criminalia
Varios años después Cleo Short,
optó por retomar contacto por sus hijas y su esposa, (las cuales obviamente
jamás le perdonaron por lo que hizo, sobre todo su esposa) informándoles que
estaba viviendo en California, Elizabeth vio aquello de inmediato como una gran
oportunidad de acercarse a su tan anhelado sueño de poder ser una actriz, este
motivo fue lo único que la llevó a “perdonar” a su padre.
Fue así como en 1943, a la edad de diecinueve años Elizabeth partió rumbo a Los Angeles, California. Tristemente fue a pasarla peor, pues vivir con su padre era un infierno. El único motivo por el que éste buscó convencerla de irse hasta allá, no era otro más qué tener una criada que hiciera todos sus quehaceres. No tenía la más mínima consideración por su hija. Elizabeth al ver la realidad de esto, decidió dar un giro a su vida, era evidente que mientras permaneciera junto a Cleo no podría llevar a cabo su sueño, tenía que independizarse y lo hizo.
Pronto empezó a trabajar de camarera en varios establecimientos. Estos empleos la hicieron recorrer varios estados del país, a la vez que ha veces trabajaba de modelo fotográfica. Su empleo más estable fue también como camarera en el campamento Cooke, donde gracias a sus encantos fue ganando varios admiradores. Luego de su estancia en dicho campamento, la mujer se traslado por un tiempo a Santa Barbara, en este sitio fue atrapada en una redada de la policía que la atrapó ingiriendo alcohol junto a unos marines y dado que la edad mínima para beber en California era de 21 años, se le abrió un expediente policial, tomando la respectiva foto para la ficha policíaca y sus huellas dactilares, huellas que serían claves para más adelante. Tras su detención fue enviada en tren ha Florida, pero esta pronto volvió a California buscando nuevamente empleo. Conseguía trabajos con frecuencia, pero no duraba en ninguno de ellos, de igual modo era con los sitios donde se residenciaba. También era conocido que por su insistencia en conseguir trabajo de modelo y de actriz, la mayor parte de sus sueldos las gastaba en ropa y maquillaje, descuidándose muchas veces de comer, incluso su dentadura estaba deteriorada, cariada, y contenía empastes caseros hechos con cera.
Fue así como en 1943, a la edad de diecinueve años Elizabeth partió rumbo a Los Angeles, California. Tristemente fue a pasarla peor, pues vivir con su padre era un infierno. El único motivo por el que éste buscó convencerla de irse hasta allá, no era otro más qué tener una criada que hiciera todos sus quehaceres. No tenía la más mínima consideración por su hija. Elizabeth al ver la realidad de esto, decidió dar un giro a su vida, era evidente que mientras permaneciera junto a Cleo no podría llevar a cabo su sueño, tenía que independizarse y lo hizo.
Elizabeth a los 19 años
Elizabeth Short Con su madre
Pronto empezó a trabajar de camarera en varios establecimientos. Estos empleos la hicieron recorrer varios estados del país, a la vez que ha veces trabajaba de modelo fotográfica. Su empleo más estable fue también como camarera en el campamento Cooke, donde gracias a sus encantos fue ganando varios admiradores. Luego de su estancia en dicho campamento, la mujer se traslado por un tiempo a Santa Barbara, en este sitio fue atrapada en una redada de la policía que la atrapó ingiriendo alcohol junto a unos marines y dado que la edad mínima para beber en California era de 21 años, se le abrió un expediente policial, tomando la respectiva foto para la ficha policíaca y sus huellas dactilares, huellas que serían claves para más adelante. Tras su detención fue enviada en tren ha Florida, pero esta pronto volvió a California buscando nuevamente empleo. Conseguía trabajos con frecuencia, pero no duraba en ninguno de ellos, de igual modo era con los sitios donde se residenciaba. También era conocido que por su insistencia en conseguir trabajo de modelo y de actriz, la mayor parte de sus sueldos las gastaba en ropa y maquillaje, descuidándose muchas veces de comer, incluso su dentadura estaba deteriorada, cariada, y contenía empastes caseros hechos con cera.
Elizabeth posando en una playa
Imagen tomada de criminalia
Imagen tomada de criminalia
Poco a poco se fue adentrando
en el mundillo de clubes nocturnos, pistas de baile y era conocido que cada vez
tenia algún pretendiente nuevo. Sin embargo su relación más estable llegaría
cuando conoció en Florida al Mayor del ejercito Matthew Gordon, de quien
rápidamente se enamoró y comprometió, pero la alegría no le duró mucho, pues al
poco tiempo Gordon fue a una misión en la India y a menos de 15 días de
terminar un conflicto bélico como lo era la segunda guerra mundial, el militar
murió en un accidente aéreo. Elizabeth quedó sumida en una depresión y decidió
volver a California una vez más. Estando allá volvió a entablar relación con un
ex novio, el cual también era militar, su nombre, Gordon Flickling. La
relación no fue lo esperado, el militar se cansó de ver las infidelidades o flirteos de
Beth (como también era conocida) y decidió marcharse a Carolina del norte, sin
embargo, siguieron en contacto por cartas, la última misiva que Gordon recibió
fue el 8 de enero de 1947; en ella expresaba su deseo de irse a Chicago para
trabajar de modelo en dicha ciudad.
La frecuencia en clubes
nocturnos, bares y la aparición de muchos pretendientes, pues los hombres le invitaban a salir y
siempre le cumplían cualquier capricho que pidiera la mujer, dio pie a los
rumores de que Elizabeth de vez en cuando caía en el negocio de la prostitución,
amen de irse relacionando con personas peligrosas. Incluso se decía que no se
negaba a ninguna petición de salir por la esperanza de que alguno de esos
hombres fuera un personaje rico que pudiese darle un apoyo para dar su tan
esperado salto al estrellato.
En su afán de ser alguien
dentro del mundo del espectáculo se destacó principalmente como modelo, como
actriz llegó a laborar unas cuantas veces, todas ellas como extra, nunca logró
conseguir el papel indicado. Es sabido que fue la imagen de algunos hoteles de
donde se hospedó, siendo el más conocido el en aquel entonces decadente Hotel
Cecil, donde aún a pocas semanas antes de su desaparición se hospedaba, para
luego ser la imagen del Hotel Biltmore, donde aún se comenta de ser el ultimo
sitio donde fue vista con vida.
La noche del 8 de enero de 1947
y ya con 22 años Elizabeth Short fue vista con Robert “Red” Manley, un
comerciante de 25 años, según él, la vio caminando sola por la noche por lo que éste
detuvo su auto y ella le comentó que no tenia a donde ir, Red decidió abordarla
en su auto y la llevó a un motel en donde pasaron la noche, aunque no tuvieron
sexo, de hecho Red dijo que ella paso la noche en vela y de pie, pues algo le
había caído mal. La mañana siguiente Beth le comentó que debía ir a la estación
de autobús al dejar su maleta en consigna y después al hotel Cecil para verse
con su hermana (cosa que después se supo era mentira, porque su hermana no
estaba en la ciudad). El hombre a pesar de todo la llevó a la estación para
luego dejarla en el hotel, y finalmente se fue a su casa. El recepcionista por su
parte, comentó verla salir a las 10 de la noche. Vale
mencionar que este punto fue inflexivo y de debate, pues muchas personas
aseguraban que el último sitio donde realmente se la vio aquel 9 de enero, no fue en el hotel Cecil, sino que era
el hotel Biltmore, sin embargo, la posteriores declaraciones de "Red" Manley aseveraron que fue en el Cecil. A su vez muchos camareros de diversos hoteles y bares
aseguraron ser los últimos que vieron con vida a Elizabeth.
Es a partir de este punto donde
quiero pedir discreción por lo que viene, en Internet hay muchas fotografías
sobre lo que a continuación será narrado, podría haberlas colocado pero no lo
voy a hacer, puesto que considero es un material fuerte para muchos y podría herir susceptibilidades. Si quieres
investigar en Google imágenes y chequearlas por ti mismo o ti misma, eres libre
de hacerlo, pero recalco, es bajo vuestro criterio.
15 de enero
El maniquí roto
El maniquí roto
La mañana del 15 de enero de
1947 en el Distrito de Leimer Park, específicamente por el lado sur de Norton
Abbey, Betty Bersinger, salió de su hogar con su hija de tres años, justo
cuando iban caminando, por el sector había un terreno baldío en donde muchos
comerciantes habían lanzando y desechado sus enseres desde los años 30. La niña
curiosa señaló lo que parecía ser un maniquí diciendo: “Mami mira ese maniquí roto”, la mujer se percató de lo que su hija
le mostraba y decidió acercarse, sólo para comprobar algo mucho, pero mucho
peor. El aparente maniquí no era otra cosa más que un cadáver partido en dos, con múltiples golpes,
lacerado y con la macabra sonrisa de Glasgow o sonrisa del guason dibujada en su
rostro. Los gritos de Betty fueron atronadores y decidió llamar cuanto antes a
la policía. Días más tarde Betty declaró a la policía haber visto un auto
arrancar de las cercanías de donde encontró el cadáver, pero no vio a su
conductor, ni pudo ver la matricula por lo que su declaración fue desestimada.
Betty Berssinger; La mujer que descubrió el cadáver
Arranca la investigación y el amarillismo hace nacer a la
Dalia Negra
La crueldad del crimen fue tal
que sorprendió a todo el mundo, pues la saña con que fue tratada Elizabeth era
enorme. El cuerpo presentaba evidentes muestras de haber sido atado de manos y
pies para facilitar las torturas, además de signos de asfixia. Sus senos
fueron mutilados, y presentaba quemaduras de cigarros, había sido violada, a su
muslo le faltaba un espacio donde la mujer tenía un tatuaje ¿Dónde apareció ese
pedazo de piel? Pues dentro de su vagina, sus piernas estaban rotas, aparentemente fueron quebradas por un bate de béisbol. Su cabeza presentaba muchas contusiones ocasionadas también por un bate y la ya mencionada sonrisa de Glasgow. Pero a pesar de todo lo
expuesto, lo que causó curiosidad en los investigadores fue la sutileza que
se tomó el o los asesinos antes de tirar el cuerpo en aquel terreno baldío,
pues parte de sus órganos fueron sacados, el cadáver había sido desangrado
hasta la ultima gota en otro sitio y posteriormente trasladado, el cuerpo fue
lavado de manera tal, que parecía ser que el autor quería que su “obra” fuese
encontrada lo más bella posible, incluso se tomó la molestia de hacerle una
manicura y pintar su cabello con brea. Al principio se pensó que ella había
sido obligada a comer excrementos, porque en su estomago se había encontrado
esto, pero más adelante, se supuso que eso pudo ser producto del momento en que
partieron en dos a la dama.
La policía comenzó a andar con
la respectiva investigación, determinando en su autopsia que la victima aún
estaba viva a la hora de sufrir casi todo aquel calvario, de hecho, se comprobó
que se mantuvo atada por aproximadamente 72 horas, muriendo en el transcurso de
las 10 pm del 14 de enero y las 3 am del 15. La causa de muerte, una hemorragia
cerebral causada por los golpes. Pronto se destacó la posibilidad de que el
asesino posiblemente fuera medico, dado los cortes tan precisos y quirúrgicos
que presentaba el cadáver.
En un principio, no se tenía idea de quien pudiera ser aquella mujer y porque alguien se atrevería hacerle todo lo que le hizo, la mejor manera que encontraron para intentar identificarla fue tomarle las huellas dactilares, cosa que fue muy difícil, primero porqué los dedos estaban sumamente arrugados por la humedad, y segundo porque no es tan fácil encontrar registros dactiloscópicos en una nación con mas de cien millones de habitantes. Finalmente y gracias a las huellas que dejó un par de años atrás, producto de su arresto, se comprobó la identidad de Elizabeth Short. Poco después la prensa le acuñó el apodo de “La Dalia negra”, esto gracias a que estaba de moda una película llamada La Dalia Azul, en donde una bella mujer era raptada y encontrada muerta, además de que Elizabeth siempre vestía de negro, este color le resaltaba su piel y ojos azules, y según algunas personas, tenía gran parecido con la protagonista de dicho filme.
En un principio, no se tenía idea de quien pudiera ser aquella mujer y porque alguien se atrevería hacerle todo lo que le hizo, la mejor manera que encontraron para intentar identificarla fue tomarle las huellas dactilares, cosa que fue muy difícil, primero porqué los dedos estaban sumamente arrugados por la humedad, y segundo porque no es tan fácil encontrar registros dactiloscópicos en una nación con mas de cien millones de habitantes. Finalmente y gracias a las huellas que dejó un par de años atrás, producto de su arresto, se comprobó la identidad de Elizabeth Short. Poco después la prensa le acuñó el apodo de “La Dalia negra”, esto gracias a que estaba de moda una película llamada La Dalia Azul, en donde una bella mujer era raptada y encontrada muerta, además de que Elizabeth siempre vestía de negro, este color le resaltaba su piel y ojos azules, y según algunas personas, tenía gran parecido con la protagonista de dicho filme.
Lamentablemente la prensa en
ese entonces carecía de mucha ética, en especial los periódicos “The Angeles Herald” y “The Examiner”.
Para esos años, los periodistas invadieron la escena del crimen, esto en parte
también era posible, porque no se usaban las cintas policiales para delimitar el
paso. Las fotografías iban y venían. Esos periódicos de inmediato intentaron
publicar las fotos, que fueron prohibidas por un tiempo. La inoperancia para tratar el caso era tal, que los
departamentos de policía parecían más bien un periódico, por la cantidad de
reporteros que entraban a las oficinas, se sentaban en los escritorios,
respondían llamadas para tener cualquier primicia e incluso revisaban los
expedientes. Hasta estaban presentes en algunas autopsias de la época para
tener historias jugosas, incluso hay fotos del cuerpo en la morgue. Todo esto entorpecía enormemente las investigaciones.
The examiner pronto comenzó a inventar historias de que Elizabeth era una
prostituta, adicta a las drogas y al alcohol, además de ser lesbiana,
afirmación que para esa época aún era tabú. Pero sin duda alguna su falta de
escrúpulos fue más allá de los límites establecidos. Dado que el padre de
Elizabeth se negó a reconocer el cadáver porque no quería saber nada de su
hija, el periódico se valió de su artimaña más sucia. Llamar por teléfono a
Phoebe Sawyer, la madre de Elizabeth, para decirle que su hija había resultado
ganadora en un concurso de belleza y hacerle preguntas sobre Beth para sacar
cualquier dato que publicar, insatisfechos con esto, le pagaron el pasaje a la
mujer hasta California para informarle que todo lo dicho por teléfono era falso
y que Beth fue asesinada de un modo horrendo, durante los días siguientes se
jactaron de decir que tenían en primicia la reacción de la madre de la Dalia
Negra. Finalmente Phoebe Sawyer fue quien reconoció oficialmente el cadáver.
Un reportero de “Los Angeles
Daily News” llegó a afirmas que si el caso no llegaba a ser resuelto seria en
gran parte culpa de los medios y a los reporteros que estaban pisoteando
pruebas y contando cosas de más con el fin de ganar lectores.
El amarillismo de la prensa, manejada en gran parte por William Randolph Hearst, tuvieron el cinismo de cambiar en sus páginas la vestimenta con que fue vista por ultima vez Elizabeth; convirtiendo el traje de chaqueta negro en una falda apretada y una blusa escarpada.
El amarillismo de la prensa, manejada en gran parte por William Randolph Hearst, tuvieron el cinismo de cambiar en sus páginas la vestimenta con que fue vista por ultima vez Elizabeth; convirtiendo el traje de chaqueta negro en una falda apretada y una blusa escarpada.
El asesino hace acto de presencia
Una semana más tarde, para ser
exactos, el 21 de enero de 1947, el asesino decidió llamar al periódico “The
Examiner”, para expresar su molestia, pues según él, no estaban siguiendo la
investigación como deberían, además de dar detalles sobre las torturas sufridas
por la mujer que no se habían publicado. Fue entonces cuando este decidió subir
la apuesta y ofreció mandar “deliverys” con pertenencias de Short, para demostrar
que efectivamente fue él quien cometió aquel atroz crimen.
El 23 de enero, el dueño de un restaurante se percató de la presencia de un par de zapatos negros y un bolso en el bote de basura, días después Robert Manley reconoció aquellos objetos como parte de la vestimenta que cargaba Beth el día en que la dejó en el hotel. Un día más tarde, llegó el famoso delivery. Un sobre con una dirección escrita con letras recortadas del periódico. Dicho sobre contenía entre otras cosas, el recibo de la maleta que Elizabeth dejó en la estación el 9 de enero, (La maleta fue retirada por el asesino en el transcurso del 10 y 15 de enero sin que nadie se diera cuenta, nunca aparecieron las demás pertenencias de la mujer), su certificado de nacimiento, la tarjeta del seguro social, Algunas fotos y recortes del periódico que hablaban sobre la muerte del Mayor Gordon y una libreta de direcciones con el nombre de Mark Hansen. El sobre estaba repleto de huellas, que de algún modo el asesino logro ingeniárselas para que no las identificaran.
El 23 de enero, el dueño de un restaurante se percató de la presencia de un par de zapatos negros y un bolso en el bote de basura, días después Robert Manley reconoció aquellos objetos como parte de la vestimenta que cargaba Beth el día en que la dejó en el hotel. Un día más tarde, llegó el famoso delivery. Un sobre con una dirección escrita con letras recortadas del periódico. Dicho sobre contenía entre otras cosas, el recibo de la maleta que Elizabeth dejó en la estación el 9 de enero, (La maleta fue retirada por el asesino en el transcurso del 10 y 15 de enero sin que nadie se diera cuenta, nunca aparecieron las demás pertenencias de la mujer), su certificado de nacimiento, la tarjeta del seguro social, Algunas fotos y recortes del periódico que hablaban sobre la muerte del Mayor Gordon y una libreta de direcciones con el nombre de Mark Hansen. El sobre estaba repleto de huellas, que de algún modo el asesino logro ingeniárselas para que no las identificaran.
Documentos enviados por el asesino
El 27 de enero, el asesino
escribió nuevamente diciendo: “Me entregaré el 29 de enero a las diez de la
mañana, ya me he reído de la policía. El vengador de la Dalia Negra”.
Finalmente, llegó el esperado día, pero lo que apareció, fue otra carta del “Vengador” en ella afirmaba cambiar de opinión, pues no recibiría un trato justo y dijo que el homicidio estaba justificado. Incluso ronda la leyenda de una nota en donde el asesino, aseguró haber sido interrogado y salir indemne.
Finalmente, llegó el esperado día, pero lo que apareció, fue otra carta del “Vengador” en ella afirmaba cambiar de opinión, pues no recibiría un trato justo y dijo que el homicidio estaba justificado. Incluso ronda la leyenda de una nota en donde el asesino, aseguró haber sido interrogado y salir indemne.
Principales
sospechosos y confesiones falsas
El caso fue tan notorio que más de
cincuenta personas, tanto hombres como mujeres declararon ser los asesinos. Los
hombres tal vez por fama y las mujeres bajo el pretexto de que Elizabeth les
quitaba a sus maridos. Tampoco escaparon muchas acusaciones infundadas de
personas hacia sus familiares. De pronto, todo el mundo era sospechoso o
asesino. Sin embargo, la ya apedreada reputación de Short por la prensa, pudo
sanearse un poco, pues la libreta de números y direcciones que el asesino envió
tenía muchos contactos. Todos ellos fueron interrogados y todos afirmaron salir
al menos una vez con ella, comprarles cosas, pero que ella jamás tenía sexo, por lo que estos se iban y no hablaron más nunca con ella.
Solamente tres de los interrogados, declararon tener un noviazgo serio. Y los
conocidos más cercanos dijeron que Beth no gustaba de fumar, y muy pocas veces
bebía, pues lo que le gustaba era bailar
Los principales sospechosos fueron el un
principio Cleo Short, su padre, el cabo de la armada Joseph Dumais, Mark Hansen,
propietario de la libreta de direcciones, y durante muchos años Robert Manley.
1) Su
padre fue tenido por sospechoso dado la relativa cercanía de su casa con el
lugar donde se encontró el cadáver (5 km), pero dejó de serlo rápidamente pues
había cortado todo contacto con su hija desde que ella se independizó.
2) Joseph
Dumois fue arrestado el 8 de febrero y dijo haber salido con Elizabeth el 9 de
enero y que él en un ataque de furia pudo haberla matado, sin embargo en el
interrogatorio, se le formularon unas preguntas que evidenciaron que
efectivamente estaba loco, pero no era el asesino. Fue internado en un psiquiátrico.
3) Mark
Hansen fue el primer gran sospechoso gracias a la libreta con su nombre y por
ser la ultima persona que pudo hablar con ella a través de un teléfono el día 9
de enero. Él y su esposa eran muy amigos de Beth, e incluso la hospedaron en su
casa en varias oportunidades. Hansen confesó sin tapujos haber tratado de
seducirla para llevársela a la cama y que ella jamás aceptó. En cuanto a la
libreta, reveló que efectivamente, la había comprado y marcado su nombre, pero
se la regaló a Elizabeth, por eso es que ella tenía la famosa libreta entre sus
pertenencias. La esposa de Hansen declaró lo mismo que su marido por lo que fue
excluido como sospechoso.
4) Robert
“Red” Manley de 25 años y el sospechoso más joven fue tenido y acusado durante
muchos años como sospechoso principal de haber asesinado a Elizabeth. Pues ya
se ha detallado el como la consiguió y la noche del hotel. Fue sometido dos veces a la
prueba del polígrafo, las cuales paso con éxito, y ya para 1954 fue interrogado de
nuevo, esta vez con el Pentotal Sódico, más conocido como “El suero de la
verdad”. Demostrando una vez más ser inocente, amén de que su esposa tenía una
coartada que encajaba perfectamente con las declaraciones de Manley.
Con el pasar de los años muy pocas
pistas han surgido, a la policía le costó adueñarse del caso en sus primeras
instancias, las pistas solidas eran muy pocas y el caso aún sigue abierto. Se
llegó a tener ha 22 sospechosos de gran peso, pero cada uno salió exonerado por
falta de prueba. Se intentó ligar el caso con la mafia, pero esto también se ha
desestimado.
Robert Manley
Joseph Dumois
Mark Hansen, dueño de la libreta de direcciones
Una
teoría valida y un sospechoso de peso
La siguiente teoría fue planteada por el
investigador privado Steve Hodel, quien como si de una película se tratase, afirma
haber descubierto al culpable, diciendo que fue nada más y nada menos que su
propio padre el sanguinario homicida. Hasta el momento es la versión con más
peso desde que se abrió el caso. Juzguen ustedes mismos.
En 1999 Steve Hodel fue a visitar a la esposa de su padre, el Dr. George Hodel. Pues el medico había muerto y el investigador fue a reclamar algunas pertenencias. Entre los objetos reclamados se encontraba un álbum de fotos. Tras revisarlo detalladamente en su casa, Steve se percató de las fotografías de una mujer desconocida, de piel blanca con cabello negro, pero no era nadie de su entorno familiar y tras recordar lo sonoro del caso, comprendió que la mujer de las fotos tenía un enorme parecido con la Dalia Negra, esto activó su sentido de investigador.
Las fotos de la misteriosa mujer dentro del álbum fueron la punta del Iceberg. Resulta que George Hodel era un medico y tenia amplios conocimientos quirúrgicos, de hecho, era cirujano, esto era fácil de conectar con las sospechas originales de la policía, que el asesino debía conocer de este tipo de procedimientos, dada la pulcritud de los cortes. Muchos testigos decían haber haber visto al doctor en algunas ocasiones con Elizabeth, por lo que afirmaban que estos podían ser amantes. La sospecha sobre George Hodel fue creciendo sobre manera, pues para la época en la que Elizabeth Murió, el medico tenia su propio consultorio a sólo dos cuadras del hotel Cecil, ultimo sitio donde fue vista la mujer.
Otro detalle muy importante fue la posición en que apareció el cadáver, Steve sentía haber visto algo parecido en algún lugar, y resulta que su padre tenia un cuadro. El cuadro llamado “El Minotauro”, realizada por el artista surrealista Man Ray, un buen amigo de George Hodel y artista que admiraba mucho. En ella, se ve una silueta muy parecida a la que tenía Elizabeth al momento de ser descubierta, especialmente por el ángulo de sus brazos.
Cerca de la escena del crimen se habían encontrado sacos de cemento, los cuales se rumorean, fueron usados para trasladar el cuerpo sin mayor dificultad. ¿Qué tiene que ver el cemento no mencionado hasta ahora? Pues Steve descubrió unos tickets o facturas con fecha de enero de 1947 a nombre del Dr. George Hodel. ¿La coartada? Su padre para esas fechas estaba comprando cemento porque en su casa se estaban llevando a cabo unas “Remodelaciones”. La cantidad de sacos, amen del tamaño y el peso encontrados en la escena del crimen, coinciden con los facturados en los tickets.
Ni corto ni perezoso, Steve decidió comparar la caligrafía del asesino con la de su padre, y el parecido era tremendo.
Otra casualidad tremenda dentro del caso sería el que para la época del asesinato, tanto Steve como sus hermanos y su madre, estaban fuera de la ciudad haciendo una visita familiar, por lo que George Hodel podía hacer lo que se le viniera en gana. Años más tarde, el medico fue acusado de abuso sexual por su propia hija, sin embargo, este quedó en libertad.
Un vecino de la zona, al igual que Betty Bersinger, logró visualizar un automóvil, el día del crimen, el auto era un Ford Sedan del 36. ¿Cuál crees que era la marca y modelo del auto que manejaba por aquellos años George Hodel?
En 1999 Steve Hodel fue a visitar a la esposa de su padre, el Dr. George Hodel. Pues el medico había muerto y el investigador fue a reclamar algunas pertenencias. Entre los objetos reclamados se encontraba un álbum de fotos. Tras revisarlo detalladamente en su casa, Steve se percató de las fotografías de una mujer desconocida, de piel blanca con cabello negro, pero no era nadie de su entorno familiar y tras recordar lo sonoro del caso, comprendió que la mujer de las fotos tenía un enorme parecido con la Dalia Negra, esto activó su sentido de investigador.
Steve Hodel
Aparente foto del álbum de George Hodel
Las fotos de la misteriosa mujer dentro del álbum fueron la punta del Iceberg. Resulta que George Hodel era un medico y tenia amplios conocimientos quirúrgicos, de hecho, era cirujano, esto era fácil de conectar con las sospechas originales de la policía, que el asesino debía conocer de este tipo de procedimientos, dada la pulcritud de los cortes. Muchos testigos decían haber haber visto al doctor en algunas ocasiones con Elizabeth, por lo que afirmaban que estos podían ser amantes. La sospecha sobre George Hodel fue creciendo sobre manera, pues para la época en la que Elizabeth Murió, el medico tenia su propio consultorio a sólo dos cuadras del hotel Cecil, ultimo sitio donde fue vista la mujer.
Steve Hodel
Otro detalle muy importante fue la posición en que apareció el cadáver, Steve sentía haber visto algo parecido en algún lugar, y resulta que su padre tenia un cuadro. El cuadro llamado “El Minotauro”, realizada por el artista surrealista Man Ray, un buen amigo de George Hodel y artista que admiraba mucho. En ella, se ve una silueta muy parecida a la que tenía Elizabeth al momento de ser descubierta, especialmente por el ángulo de sus brazos.
Cuadro el Minotauro
Realizado en 1934
Realizado en 1934
Cerca de la escena del crimen se habían encontrado sacos de cemento, los cuales se rumorean, fueron usados para trasladar el cuerpo sin mayor dificultad. ¿Qué tiene que ver el cemento no mencionado hasta ahora? Pues Steve descubrió unos tickets o facturas con fecha de enero de 1947 a nombre del Dr. George Hodel. ¿La coartada? Su padre para esas fechas estaba comprando cemento porque en su casa se estaban llevando a cabo unas “Remodelaciones”. La cantidad de sacos, amen del tamaño y el peso encontrados en la escena del crimen, coinciden con los facturados en los tickets.
Ni corto ni perezoso, Steve decidió comparar la caligrafía del asesino con la de su padre, y el parecido era tremendo.
Otra casualidad tremenda dentro del caso sería el que para la época del asesinato, tanto Steve como sus hermanos y su madre, estaban fuera de la ciudad haciendo una visita familiar, por lo que George Hodel podía hacer lo que se le viniera en gana. Años más tarde, el medico fue acusado de abuso sexual por su propia hija, sin embargo, este quedó en libertad.
George y Steve Hodel en 1943 y 1994
Un vecino de la zona, al igual que Betty Bersinger, logró visualizar un automóvil, el día del crimen, el auto era un Ford Sedan del 36. ¿Cuál crees que era la marca y modelo del auto que manejaba por aquellos años George Hodel?
Modelo del auto sospechoso
Steve Hodel presentó todas estas pruebas
a la policía y descubrió, que en realidad los ojos de los investigadores se
posaron sobre el medico por un tiempo, incluso lo espiaron con micrófonos ocultos.
Las grabaciones se hicieron públicas en 2003 y en ella George Hodel, hablaba de
abortos clandestinos y de saber que era sospechoso de haber matado a la Dalia Negra y que no sería descubierto.
Finalmente Steve se percató de que la policía tenía muchas pruebas contra George, pero que al parecer decidieron no apresarlo en vida, pues de hacerlo, se destaparía un escándalo espantoso sobre tratos entre médicos y agentes para encubrir abortos ilegales.
A pesar de dar a conocer esta teoría y de ser la que posee más peso, Steve Hodel asegura que la policía prefería mantener su imagen limpia ante los ciudadanos de Los Angeles, para evitar soportar un escándalo así.
Pero dejo a su criterio las conclusiones ¿Fue George Hodel el asesino o es una serie de eventos muy casuales?
Puntos curiosos del caso que vale la pena destacar
Finalmente Steve se percató de que la policía tenía muchas pruebas contra George, pero que al parecer decidieron no apresarlo en vida, pues de hacerlo, se destaparía un escándalo espantoso sobre tratos entre médicos y agentes para encubrir abortos ilegales.
A pesar de dar a conocer esta teoría y de ser la que posee más peso, Steve Hodel asegura que la policía prefería mantener su imagen limpia ante los ciudadanos de Los Angeles, para evitar soportar un escándalo así.
Pero dejo a su criterio las conclusiones ¿Fue George Hodel el asesino o es una serie de eventos muy casuales?
Puntos curiosos del caso que vale la pena destacar
1) El
caso aún permanece abierto.
2) Elizabeth
Short fue enterrada en el cementerio Mountain View en Oakland, California.
3) Phoebe
Sawyer, madre de Elizabeth, se mudó más adelante a Oakland para estar cerca de
su hija. Después volvió a Florida, Murió a los 90 años de edad.
Lapida de Elizabeth Short
4) El
hotel Biltmore sirve un cóctel llamado “La Dalia Negra”, tiene un sabor fuerte
y un color oscuro.
5) En
un principio se llegó a pensar que el homicidio podría relacionarse con “El
asesino de Torsos”, pero se deshecho la idea, pues aunque el homicida picaba a
sus victimas a la mitad, la lejanía entre las ciudades y los modus operandi no
eran compatibles.
6) El
caso del asesino de Torsos al igual que el asesino de Beth Short jamás fue
descubierto.
7) Robert
“Red” Manley, murió en 1986.
8) George
Hodel, laboró en su consultorio hasta 1950, después se mudó a Filipinas, para
retornar a Estados Unidos en 1960. Murió en 1999.
9) El
caso de “La Dalia Negra” quedó marcado en la cultura popular de Estados Unidos,
siendo plasmado en libros, películas y mencionándola en Televisión, una de las
más conocidas en tiempos recientes, la serie American Horror Story.
10) Los periódicos “The Angeles Herald” y “The Examiner” jamás pidieron disculpas por
malversar la imagen de la mujer.
11) Un autobús, hace recorrido por Los Angeles mostrando
algunos sitios donde fueron llevados a cabo crímenes de la ciudad, cuando llega
el turno de hablar de Elizabeth Short, buscan hablar de ella como persona más
que de su muerte.
Link Primer Capítulo de la Trilogía Cecil, El Acosador Nocturno
Link del Tercer Capítulo de la Trilogía Cecil: Trilogia Cecil-parte-3 El Hotel Cecil
De esta manera cerramos el segundo capítulo de la trilogía Cecil, si te ha gustado no olvides dejar tu suscripción, compartir nuestro contenido y seguirnos en nuestra pagina de Facebook El-cuarto-oculto-. A través de ella iremos notificando sobre las futuras publicaciones, pueden seguirnos también por mi Instagram presonal: @luisjosed12. Esperamos pronto tener un canal para Youtube, si os gusta esa iniciativa díganmelo.
Pronto llegará el cierre de esta Trilogía.Link Primer Capítulo de la Trilogía Cecil, El Acosador Nocturno
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